Bea y Víctor
Conocí a Beatriz y a Víctor a través de mi amiga Estela, que fue muy amable de recomendarme a esta pareja joven de Madrid afincada en Gran Bretaña, pero que volvía para casarse cerca del Retiro.
Pese a no ser una boda completa, pues no hicimos los preparativos, había confianza de sobra y tanto los novios como los invitados fueron absolutamente encantadores, muy animados y siempre dispuestos a dejarse hacer, cuando les proponía juntarse o mirarme.
El palacio de los Duques de Pastrana, también en el centro de Madrid, sirvió de recogida a la celebración con sus espléndidos jardines y su siempre acogedor salón, ideal para una boda tan entrañable que reunía a los novios con sus familias y amigos después de una temporada en el extranjero.